Hace ya tiempo que podemos notar como las flores toman protagonismo en la decoración de platos y bebidas alrededor del mundo. Te lo afirmamos, llegaron para quedarse y no solo ser un elemento visual.
Son un producto que no encontrarás fácilmente en los mercados ya que son libres de pesticidas, herbicidas y cualquier tipo de agroquímico. Pero, ¿todas las flores son aptas para el consumo? No. Se conoce una variedad de 200 flores comestibles, de las cuales unas 50 se cultivan en México. Entre las más conocidas encontrás: lavanda, rosa, claveles, calabaza, caléndula, manzanilla, flor de jamaica y dalias.
Su combinación con bebidas blancas arroja un resultado innovador. Cocteles como el Martini encuentran variaciones que incluyen lavanda y albahaca. Las violas cornutas o pensamientos son muy usadas para madridajes de carnes e infusiones. Otras flores como el geranio son más propias de la pastelería, las comidas de mar y ensaladas.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta:
– Retirar el pestillo para no ingerir el polen, evitando su sabor amargo y un riesgo para la salud. Sólo se comen los pétalos.
– No ingerir demasiadas, ya que puede terminar en indigestión.
– El tratamiento que se le debe dar a la flor puede variar: a algunas se las congela, otras se las sumerge en aceites o se las consume en su estado natural. Chequeá cual es la manera más apropiada de tratarlas.
– Sea que las compres o cortes, hacelo el mismo día de su consumo.
Las flores comestibles nos significan una opción para decorar, dar sabor y aroma. No esperes para incluirlas y darle un toque distinto a tus platillos.