Ha sido sinónimo de comida desde su creación, es uno de los alimentos más básicos y se suele preparar con pocos ingredientes. Es por ello que el pan, tiene un lugar inamovible en la gastronomía mundial.
Para su preparación se suelen utilizar harinas de diferentes cereales, siendo la más utilizada la de trigo, sin embargo, también se usan con regularidad la harina de centeno, maíz, arroz, avena, entre otros.
La historia del pan es casi tan extensa como la historia de la civilización, pues se cree que ya en Babilonia y el Antiguo Egipto se prepara esta sencilla y deliciosa receta.
De igual manera, los griegos fueron grandes panaderos. De hecho fue en Grecia donde se hornearon las galletas sin levadura que conocemos hoy, y quizá allí también nació la preferencia por el trigo para hacer el pan por sobre los demás cereales.
El pan, siempre ha sido sinónimo de alimento y abundancia, en muchas culturas se le denomina ‘pan’ al alimento diario y no sólo a la preparación con harina y agua.
La receta
Preparar el pan es un arte que puede parecer sencillo debido a la humildad del producto, pero que requiere mucho conocimiento y técnica para lograr un delicioso resultado.
El pan es básicamente una masa horneada, la masa se prepara esencialmente con harina (a base de cereales), sal y agua.
Aunque es una creencia popular que todo pan lleva levadura, pues no, no es así, hay muchos que no llevan. Pero la gran mayoría de las mezclas, sí utilizan la levadura para fermentar la masa y que esta crezca y sea más esponjosa.
La harina: Claramente éste es el ingrediente principal del pan, la harina puede ser de cualquier cereal molido hasta tener una textura de polvo. El tipo de cereal y la textura de la harina tienen mucho que ver con el tipo de pan que queramos preparar.
Agua: El agua es el otro ingrediente esencial en la preparación del pan. Sirve como disolvente para la harina, y ayuda a activar las proteínas de la ésta para que la masa adquiera la textura adecuada. Al momento de agregar el agua, debemos tener en cuenta que la proporción de agua empleada en la elaboración de la masa influencia la consistencia final.
Sal: La sal no está presente en todos los panes, es un ingrediente adicional que se puede agregar para resaltar sabores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que puede afectar la textura final de la masa.
Levadura: La levadura puede considerarse el tercer ingrediente esencial del pan. Este conjunto de microorganismos es el que logra que la masa aumente su tamaño, por lo que se obtiene un pan más voluminoso y esponjoso.
Las levaduras se incorporan durante las primeras etapas de mezcla entre la harina y el agua, por lo que es importante tener en cuenta la temperatura del agua, dado que podría afectar la fermentación.
Hacer pan puede sonar sencillo, pero si alguna vez has intentado prepararlo en casa por primera vez, seguro sabes que hay muchos trucos y cosas que debes conocer para que el resultado sea tan delicioso como el de la mejor panadería.
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