Elegir una carrera o profesión nunca es un asunto sencillo, pero la decisión correcta siempre será aquella que nos apasione e impulse a dar lo mejor de nosotros, sin importar las dificultades con las que nos encontremos en el camino. Es allí donde el fuego de la cocina ha capturado a muchos que han decidido estudiar esta noble profesión.
Tiempo atrás, los cocineros no contaban con estudios formales, se convertían en jefes de cocina o chef por medio de la práctica y constancia, pero con los años esto ha cambiado. Un buen chef debe tener amplios conocimientos sobre la comida, ingredientes y los diversos estilos de cocina que existen alrededor del mundo.
El Instituto de Gastronomía de las Américas (IGA) ofrece la oportunidad de titularte como cocinero profesional, y al mismo tiempo de aprender el verdadero significado y valor de ser un buen líder dentro de la cocina, como un elemento fundamental que hace funcionar a todo un equipo humano que produce no sólo platos, sino experiencias gastronómicas.
Se puede ser un cocinero sin ser chef, pero no se puede ser chef sin ser un buen cocinero. Aprender los tiempos de cocción, las combinaciones correctas de sabores e inclusive el contenido calórico de los alimentos son cosas que parecen simples, pero que solo se aprenden con el estudio y la práctica constantes.
Luego de formarte como chef descubrirás que el mundo de la cocina es complejo, difícil y sacrificado, pero al mismo tiempo sorprendente y satisfactorio. Cada día hay algo nuevo que aprender o descubrir, un verdadero cocinero, lleno de vocación, no dudará en atreverse a combinar elementos que pueden no parecer compatibles, pero que al paladar sean una sorpresa única y e inolvidable.